Revolución didáctica en las aulas

"Nunca antes habíamos tenido tantos y tan buenos recursos a nuestro alcance para afrontar los problemas de las aulas, de los centros y de los sistemas educativos con el fin de mejorar la educación de TODOS los ciudadanos, que en definitiva es la clave para el progreso de los pueblos. ¿Sabremos aprovechar esta oportunidad?"

 
       
 

Estos días los indicadores internacionales nos advierten que perdemos competitividad y PISA evidencia una grave crisis en nuestro sistema educativo. En esta "sociedad en red" que Manuel Castells tan bien nos ayuda a visualizar y en la que todo cambia a velocidad vertiginosa, la escuela no se puede quedar como un reducto del pasado porque su función, complementando la acción familiar y "educación informal", consiste precisamente en preparar a las nuevas generaciones para que comprendan el complejo mundo que les toca vivir y dispongan de actitudes e instrumentos cognitivos para realizarse en él.

Las sociedades, igual que los seres vivos, se adaptan a los cambios del entorno o sucumben. Como también argumenta Ferran Ruiz en su artículo sobre "las 4 transformaciones" <http://ferranrt2.blogspot.com/>, una escuela inmovilista (en objetivos, contenidos del curriculum, didáctica, organización de espacios y alumnos, gestión...) constituye hoy un binomio imposible. Lo que no es óbice para que la escuela siga siendo un espacio de aprendizaje y desarrollo personal donde se cultiven los Derechos Humanos y los demás valores que se consideren esenciales en cada momento y lugar.

Quizás, y paradójicamente porque en realidad hay muchas buenas soluciones posibles, tardaremos en consensuar (políticos, pedagogos, profesores y sociedad en general) cómo debe ser nuestro sistema educativo para el siglo XXI, qué contenidos y competencias básicas debemos garantizar a todos en la enseñanza obligatoria, el nuevo papel de la escuela en la formación permanente a la ciudadanía, la concreción de una "escuela en red" integrada en su comunidad local y en los espacios globales .. Pero hay algunos cambios relacionados con las metodologías docentes y los roles de los estudiantes y profesores en los que vamos estando de acuerdo, y que además ahora con la ayuda de las TIC podemos poner en práctica más fácilmente. Muchos de ellos están presentes en el método CAIT que propone el Foro Pedagógico de Internet <http://www.fund-encuentro.org/Foro/foro.htm> y del que Silvia Pradas nos habla en su libro sobre la pizarra digital interactiva.

Veamos algunos de estos enunciados en los que todos, aunque por supuesto con matices, coincidiremos. La implicación activa del estudiante en la construcción de aprendizajes significativos versus su papel meramente receptivo y memorizador. Las actividades de aprendizaje contextualizadas y motivadoras, aplicativas, creativas, que exijan investigar y valorar críticamente la información... versus las actividades reproductivas y de aplicación mecánica de rutinas. La atención al desarrollo de habilidades cognitivas, de gestión emotiva y sociales frente a un curriculum centrado en los contenidos académicos, sin olvidar como apuntaba Aurelio García en el último debate de la RED DIM <http://dim.pangea.org/>, que las personas pensamos, nos expresamos y hacemos valoraciones críticas a partir del vocabulario y de los conocimientos que tenemos en nuestra memoria.

Y podemos seguir. La enseñanza centrada en los estudiantes y la atención a la diversidad versus el mismo curriculum para todos, asegurando a cada uno, eso sí, la adquisición de las competencias básicas necesarias. La frecuente interacción y colaboración con los compañeros versus el trabajo exclusivamente individual. La evaluación continua y formativa versus un único examen final memorístico. Aprender a aprender y la progresiva autorregulación de los aprendizajes. El papel mediador, proveedor de actividades de aprendizaje motivadoras y orientador del profesor versus un rol transmisor de contenidos y juez de los aprendizajes realizados; aunque el profesorado siempre ha desarrollado todas estas funciones, ahora enfatizamos más las primeras. Con todo, aunque ahora los estudiantes pueden acceder a todo tipo de información, las explicaciones del profesor muchas veces seguirán siendo imprescindibles.

Llevar a la práctica estos cambios no es fácil en unas aulas llenas de alumnos cada vez más heterogéneos. La atención a la diversidad, el seguimiento continuo de los procesos de aprendizaje, facilitar entonos para el desarrollo de las habilidades de los estudiantes..., resulta complejo y exige mucha energía y tiempo de dedicación. No obstante, ahora las TIC vienen en nuestra ayuda y nos ofrecen la posibilidad de aplicar nuevas actividades didácticas eficaces, eficientes y que están al alcance de todo el profesorado, porque no requieren más conocimientos informáticos que saber escribir con el ordenador y navegar por Internet. Veamos algunos ejemplos, que pueden ampliarse en <http://dewey.uab.es/pmarques/perfiles.htm>.

Disponiendo de pizarras digitales en las aulas de clase profesores y estudiantes pueden mostrar y explicar al grupo clase sus trabajos para que sean comentados y valorados entre todos, se promueve la participación y la negociación de significados. Se pueden hacer cómodamente correcciones colectivas, facilitando la evaluación continua. Se puede acceder en cualquier momento de los infinitos recursos de Internet: plataformas de contenidos, materiales didácticos de otros profesores, la actualidad de los mass media, webs de museos e instituciones..., información multimedia, y muchas veces interactiva, que ilustra, atrae, facilita la comprensión y produce una mayor resonancia emotiva, Y disponiendo de ordenadores para que los utilicen los alumnos cuando sea necesario, se facilitan tanto las actividades de refuerzo personalizadas, como los trabajos individuales y en grupo que siempre exigen la búsqueda de información y elaboración de documentos... Por otra parte, de todos son conocidas las maravillas que se consiguen con ellos en educación infantil y educación especial.

Sin duda, con la ayuda de las pizarras digitales en las aulas y la disponibilidad de ordenadores (en las aulas de clase, salas multiuso, aulas de informática...) para que puedan utilizarse cuando convenga como instrumento cognitivo y de productividad, se está poniendo en marcha una revolución metodológica en las aulas. Y los planes de nuevas dotaciones tecnológicas a los centros por parte de RED.ES <http://www.internetenelaula.es/portal/c/portal/layout?p_l_id=55.1> y de muchas Consejerías de Educación que apuestan por la "informática en el aula", así como sus nuevos programas de formación del profesorado centrados en las nuevas prácticas diddácticas con apoyos TIC apuntan a que pronto esta revolución se extenderá a todos los centros. ¿Sabremos aprovechar esta oportunidad?

Pere Marquès <pere.marques@uab.es>
Coordinador del nº 2 de la revista digital "Didáctica, Innovación y Multimedia"